domingo, 8 de abril de 2012

La armadura de tonelete



Estas peculiares armaduras surgieron a finales del siglo XV, diseñadas exclusivamente para justar a pie. Como posiblemente muchos de los que me leen ya sepan, la justa a pie era una de las modalidades que se practicaban en los torneos y en la que dos oponentes se enfrentaban con armas de diversos tipos, como montantes, martillos de dos manos, alhspiess, etc.

En el dibujo de la izquierda tenemos un ejemplo de este tipo de armadura, concretamente una perteneciente a Enrique VIII de Inglaterra el cual era, como muchos monarcas y nobles de su época, sumamente aficionado a los torneos. En cuando a su denominación, proviene del francés medio tonnelet que, al igual que en español, hace referencia a un tonel pequeño por su morfología. En cualquier caso, la autoría del término hay que adjudicársela a los franceses tanto en cuanto la primera armadura de este tipo de la que se tiene noticia procede de Borgoña, como ahora veremos.






En la imagen de la derecha tenemos dicho ejemplar, fabricado por encargo de Claude de Vaudrey, Gran Chambelán de Borgoña, por los armeros italianos Damiano Missaglia y Giovan Marco Meraviglia hacia 1490. Como vemos, las típicas escarcelas que penden del peto han sido sustituidas por un faldón compuesto de launas concéntricas que van desde la cintura hasta la mitad del muslo. Dicho faldón va cerrado en los costados mediante una serie de correas con hebillas a un lado y bisagras al otro. Queda patente que el tonelete proporcionaba una gran movilidad sin restar protección a la parte alta de los muslos y la zona púbica pero, además, esta armadura va provista de otra serie de modificaciones sobre las armaduras convencionales: las hombreras son mucho más amplias, cubriendo totalmente las axilas, y la cabeza va protegida por un enorme bacinete desprovisto de ocularia. En su lugar, todo el visor va cubierto de perforaciones para facilitar un mínimo de visión pero, al mismo tiempo, impedir que la aguzada punta de un arma entrara por el mismo. Además, su acabado en aristas lo hace más resistente a los golpes con armas contundentes. Finalmente tenemos los escarpes de pie de oso, muy adecuados para tener una mejor estabilidad en el suelo, detalle de gran importancia como es lógico a la hora de combatir a pie. Añadir que la simpleza y falta de ornatos en este arnés darían que pensar a más de uno que se trata de una armadura de guerra. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que se comenzaron a crear armaduras de tonelete ricamente decoradas.



A la izquierda tenemos un ejemplo. Se trata de una armadura de tonelete fabricada en 1526 por Colman Helmschied para Carlos I. En este caso, el tonelete tiene la boca mucho más amplia, lo que le permite más movilidad. La parte inferior del mismo va grabado al aguafuerte  sobre fondo de oro y muestra una escena de caza en la que varios perros persiguen a unos osos. Las hombreras son grandes, como en el caso anterior, pero además van provistas de bufetas para proteger la unión entre el peto y el yelmo de tajos de espada o hacha. Los escarpes, en este caso, los forman dos punteras metálicas imitando el calzado de la época, y los empeines van protegidos por una simple malla a fin de no entorpecer los movimientos del justador. En cuanto a la cabeza, en este caso va cubierta por un almete cuyo visor, muy anguloso e inclinado hacia arriba, hacía impenetrable la ocularia con la cabeza en posición erguida. Solo inclinándola hacia adelante quedaría expuesto a los golpes del contrincante. Finalmente, concretar que las caras internas de los codos y las corvas de las rodillas están perfectamente protegidas por pequeñas y finas launa articuladas que, sin restar movilidad, cubrían por completo ambas zonas del cuerpo. Las caras internas de los codos estaban especialmente expuestas en este tipo de justa a pie, por lo que protegerlas era obligado si no se quería acabar con el brazo inútil de por vida.



Bien, con los ejemplares mostrados creo que no hace falta redundar más en esta peculiar tipología, pero conviene añadir algún detalle sobre el origen del tonelete para completar la entrada. Como ya se ha comentado en alguna entrada anterior, a finales del siglo XV y durante el XVI gozó de gran profusión entre los armeros de la época imitar las prendas de moda del momento. Así pues, el tonelete imitaba al brial de seda que solían llevar los caballeros cubriendo la parte superior de las piernas. En la imagen de la derecha tenemos un claro ejemplo. Como vemos, el tonelete venía a representar ese amplio faldón incluso en sus motivos decorativos, pasando de los bordados y apliques del de tela a los grabados y repujados de los metálicos.

Como colofón, comentar que durante el siglo XVI se fabricaron arneses con diversos accesorios para, intercambiándolos, adaptar la armadura para cualquier ocasión, desde su uso bélico a todo tipo de justas y torneos, y tanto para combatir a pie como a caballo. Como ya se puede suponer, estos "kits de extras", como diríamos hoy día, estaban solo al alcance de muy pocos por su elevadísimo precio, de miles de ducados de la época.

Y como una imagen vale más que mogollón de palabras, ahí dejo un fragmento de un estupendo vídeo de los Royal Armouries en el que podemos ver a dos caballeros combatiendo con armaduras  de tonelete. Es sumamente ilustrativo, que conste.

Hale, he dicho...